sábado, 7 de enero de 2012

A quién le importa lo que yo haga...(8)

No sé qué hago para que mi cuarto de un día para otro sea un completo desastre. Hace dos días me pasé el día ordenando y botando la ropa que veía y sabía que no iba a usar más, aunque guardé las que me crean un sentimiento especial...qué gay. En fin, hoy he amanecido y me ha sorprendido ver que hay un calzoncillo colgado en la pared ¿cómo sucedió? No tengo la menor idea.

Tengo bolsas por todo el cuarto, de los polos que me he comprado y de mi shopping de ayer a wong. Según yo, todo estaba ordenado, pero con la luz del día, en realidad sé que hago cosas por la noche que no recuerdo, abrí los ojos y ¡carambolas! Jeans sucios y desparramados, libros abiertos, escritorio lleno, y por si fuera poco, mi calendario de cineplanet hecho añicos porque no entiendo cómo se arman y ya lo desgracié; sí, son esos nuevos calendarios que vienen con líneas punteadas para desglosar y para armarlos pareciera que tuvieras que asistir a una clase especial.

El lunes comienzo clases y en unos días empiezo a trabajar para una reconocida marca de bebida rehidratante  (chaasa, en realidad no es la gran cosa).

Me voy a buscar mi par de sandalia, porque, por esas cosas del destino, siempre me acuesto con el par y al día siguiente, al levantarme, tardo horas de horas hasta poder encontrar la otra.

Chau

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