Quiero dedicar a este post a una amiga, más que amiga, por el día de su cumpleaños.
Eres la persona con la que pasé los mejores años de mi vida. Contigo dejé de ser cachimbo, pasé cursos eternos y aprendí a amar, supe lo que es sentirse enamorado. Pensar en todo este tiempo juntos me hace caer en la nostalgia, aún cuando pienso que es momento de salir adelante, ese sentimiento no me dura más de 24 horas. Caigo en lo mismo. Se ha convertido en un círculo vicioso.
Cómo olvidar aquellos días de verano, en los que nos escapamos y tuvimos aventuras que contar. ¿A quién fastidiar cuando alguien me pide que diga "gato" para notar mi frenillo con la "erre"? Cada uno de esos recuerdos me recuerda que la pasamos bien, crecimos juntos y siempre estuvimos ahí, en cada alegría y tropiezo, en cada duda sobre la vida, estuvimos ahí para darnos la mano y levantarnos juntos.
Son miles los momentos que recuerdo, cuando empiezo a pensar, me viene uno tras otro, anécdota tras otra. Siento que aún es posible cambiar el destino y encontrar nuevamente la luz en el camino, esa luz que seguíamos en cada paso. Cada movimiento nuestro, era con motivo a llegar a ese destino, el destino de la felicidad, que nos esperaba con los brazos abiertos.
Destino o no, eso solo lo sabe el tiempo, tal vez esto sea solo una prueba por superar, o tal vez no. La esperanza y las promesas las mantengo, aunque algunas no me dejes cumplirlas, las que estén a mi alcance ten por seguro que las cumpliré. Todos los días por la noche siento la necesidad de darte las buenas noches, pero ahogarte es mi miedo, me aguanto y solo lo hago un par veces a la semana, aunque desde hace unos días solo lo hago 1 vez.
De repente te he pensado y he sentido que algo anda mal, que algo te sucede, me he preocupado, te he llamado y no ha funcionado. Aunque aún tenga en mi mente aquel 15 de Junio en el que me dijiste " hablamos otro día" y rece cada noche porque ese "otro día" sea mañana, aunque a veces se me acaben las fuerzas para seguir luchando, no pienso abandonar esta batalla.
No quiero extenderme mucho, me gusta escribir y que me lean, en este caso, solo me importa que tu me leas, y no quiero que tus ojos se pierdan entre tantas palabras.
Hoy, día de tu cumpleaños, te deseo lo mejor. Espero que lo lleves a bien y no solo sirva para apagar una velita más, sinó para que te traces nuevos proyectos y metas, que de a pocos, y paso a paso, puedas cumplir.
Dieciocho años no se cumplen todos los días, seguramente la pasarás bien, divirtiéndote, pero que eso no signifique solo festejarlo, que eso signifique seguir con la brecha que has dejado a la mitad, retomar el camino por el cual están tus ideales, tomar tus propias decisiones, no dejarte influenciar por nadie más que por tus propias ideas. Esto es muy personal, te lo digo como si estuviéramos juntos y tal vez como te lo hubiera escrito en la carta que te hubiera escrito por tu cumpleaños.
Los años, los meses, los días, las horas, los minutos y segundos que has vivido, y seguramente vivirás, son momentos especiales, imborrables, que dejan siempre una lección en el corazón, equivocada o no, para eso estará el próximo momento, para corregir la lección anterior.
Quiero que sepas que deseo que la pases bien, que sea un día especial. Si estuviera en mis manos pondría en práctica cada idea para hacer de este día, el día perfecto.
Se me hace difícil la idea de terminar de escribir este post, quiero continuar hasta que mis dedos no den más, pero sé que debo hacerlo.No es la forma en la que quise pasar este día, no es la forma de la que imaginé pasaríamos este día. No es la forma en la que, cuando algún miedo absurdo me invadió, pensé que esto podía terminar.
Sin embargo, no me queda más que esto para poder decirte que te quiero MUCHO y tengas un feliz cumpleaños.
Que los cumplas feliz.
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