Te odio Perú

- Acá perdiste chinito ¿qué traes? - me dicen poniéndome la cabeza contra la pared.
- Nada de qué trae huevón, sácale nomás- dice uno algo apurado.

Me habían apartado de la multitud mientras regresaba del baño durante el entretiempo del Perú-Bolivia en el remodelado Estadio Nacional.

- Guarda, ¡tombo! ¡tombo! - Se juntaron unas 4 personas en círculo tapando la visibilidad.
- Quítale las zapatillas - dice, al parecer, el líder.
- Están cagadas - ¿Por qué las tienes cagadas? - me refutan mientras estrellan mi cabeza contra la pared como castigándome.
- Checa el reloj.
- No no, ya conseguí uno fichazo hace un toque.
- Cagón - recibo un puñete en las costillas.
- Los bolsillos...vienen 3 tombos apúrate - me rodean nuevamente y me jalan del pelo susurrándome al oído "no te muevas ni digas nada que te encañono y no la cuentas, se obediente nomás".
- Oe huevón apúrate que la gente está regresando.
- La billetera.
- Llévense todo lo de adentro pero la billetera no por favor - digo porque esta tiene un valor sentimental.
- Calla mierda - me doblan el brazo y me vuelven a golpear la cabeza contra la pared.
- Llévense la plata y todo lo que está adentro, pero déjenme el estuche – insisto- me muevo intentando zafarme y defenderme, cuando en eso vienen como 5 más y me golpean.
- Rosquete de mierda tú no nos vas a dar órdenes.
- Vamos a otra zona que por acá se ha puesto complicado - dice nuevamente el que parece ser el líder.

Tomo a uno de ellos por el brazo y trato de quitarle la billetera que me pertenece. Regresan un par de reelevo y entre los 3 ó 4 me muelen a golpes.

Me dejan de rodillas en el piso, vencido e impotente, cuando de repente, de la nada, recibo una patada en el abdomen que me deja sin aire.
Me quedo confundido, por unos segundos no sé dónde estoy. Recobro la conciencia, me acomodo y limpio la ropa y sin ánimo de seguir en el estadio retorno a mi ubicación.