Te volveré a atrapar. Entre las sombras de tus ojos pude ver.
Sé que me escuchas tan callada, ves de reojo luz pendiente de mis noches solitarias.
Frío invernal, manos frías y pies congelados. Afuera debe estar lloviendo, con esa brisa horrorosa de todos los años, llovizna, y todo lleno de pequeñas gotas de agua a cada centímetro. Las persianas no me dejan ver qué hay afuera, pero las frazadas me hacen presagiar lo que me rodea. Sueño tras sueño, uno más raro que el otro. He notado que sueño más de lo normal. Al menos, tengo la certeza que recuerdo más de lo que la mayoría recuerda al despertar.
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