viernes, 19 de febrero de 2016

Me zarpé

Me zarpé: Término nada utilizado en mi país pero que utilizo en honor a un idiota que cree que me creo rioplatense.

Luego de una linda (de puta madre) velada en el teatro me dejé llevar por la emoción (oxitocina confundida) del momento en un bar muy lejano al lugar donde inicialmente estuvimos.

En el bar, durante la presentación de una banda, quise plasmar todo el afecto (ganas de seguir compartiendo cosas, chapando, tirando y apoyándonos mutuamente) que siento por mi ex con más que un abrazo -ese que me tomé la licencia de darle con mi brazo derecho- (me puse a sudar como animal de los nervios y tuve que interrumpir el momento con una huída al baño gracias a los nervios que activaron mi vejiga).
Intenté, fallidamente, darle un beso pero lamentablemente ella sufrió una tortícolis espontánea que impidió ¡dos veces! a mi mano izquierda hacer girar delicadamente su cara -tomada por el mentón- para que quedáramos cara a cara y pasara lo que tuviera que pasar. Pero, de una forma muy educada (por la que no me atreveré más a intentar chapármela, salvo que ella me chape. Sí, qué maricón), aunque tensa, supo darme a entender que si bien me tiene cariño, no me considera más que un amigo. Ese amigo que le prometí que sería (e intento ser) pero que se deja llevar por pasiones del momento cuando estamos juntos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario