Me bastó verla solo unos segundos para ponerme nervioso.
Me bastó verla solo unos segundos para acelerar mi pulso.
Me bastaron solo unos segundos para darme cuenta que sus costumbres y expresiones no han cambiado. Que su esencia sigue siendo la misma.
Me bastaron solo unos segundos para auto-motivarme a auto-superarme. A luchar por todo lo alto y con todas las armas por ella.
Su cara, su expresión, sus gestos, su mirada...era ella...simplemente ella. La mirada y sonrisa de la cual vivo eternamente enamorado.
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