Me caga tu sonrisa falsa, me caga que me la hayas hecho tan bien. Cegado por tu mirada y actitud que me atonta y pone nervioso por sacar lo mejor, interesante, serio y divertido, a la vez, de mi cuando nos vemos.
No pensé que tu podías tener ese don. De tu madre lo esperaba pero de ti jamás. He tenido que pagar por escribirte porque, según tu, el problema venía del qué dirán por casa. Ahora estoy enfurecido y atontado de nuevo, pienso que puede que el mensaje no haya llegado a ti y haya sido interceptado. En él di pistas de nuestras comunicaciones a escondidas. Mi error fue pensar que era momento de dejar de hacerlo a escondidas. Mi amor por ti me cega, no me deja ver fríamente la situación. Tal vez eres hipócrita conmigo porque me tienes miedo, tal vez eres la única que confió en mi.
No puedo seguir con estas dudas, seguir escondiendo el solo hecho de comunicarnos; y pensar que he estado ilusionado todos estos años no me deja vivir. Intento ser frío y espero no equivocarme. Cuando encuentren esta nota pide que revisen el bolsillo con cierre de mi chaqueta, es para ti por si me equivoqué. Y si no me equivoqué, te pido por favor la arrojes desde el mismo sitio desde donde me lancé, claro, si no es mucha molestia.
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