domingo, 17 de marzo de 2019

¿Cómo saber si respiro?

Se te borran las ideas, no recuerdas cuál es el motivo de vivir ¿era reír o llorar, ser feliz o infeliz? ¿Quién decide la circunstancia? No te provoca bañarte, no puedes dormir por eso, te sientes sucio, incapaz de pegar los ojos por el sudor y olor que emanas. Las pasiones ya no te apasionan, el sexo no te atrae, no tienes nada de hambre pero, igual, comes. ¿Será el miedo, la presión? Tal vez la finalidad de tu vida es simplemente estar tirado en una cama esperando a que todo pase, sin hacer algo, viendo algo en la tele, compu o celular. Unos nacieron para vivir intensamente, otros no, basta con comer y descansar.
Los momentos de inspiración no llegan como llegaban antes. Si no estás arriba, estás sin ánimo. Algo anda mal, solo eso sabes. Tampoco entran las ganas de matarse, da flojera solo pensar el trámite que conllevaría. Solo te sientes bien cuando miras tus brazos y tobillos, azules, casi negros, muy moreteados, porque sabes que es la única vía por donde entra la felicidad, lo que te hace sentir dios, todopoderoso, con ganas de comerte el mundo, decides cosas, planificas, pero no lo puedes sostener porque el compromiso lo pierdes rápido y parece que te deprimes, porque sabes que esa gasolina cada vez se te acaba más rápido, y porque sabes que, cada vez, la necesitas más.

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